Cataluña y el País Vasco amplían las ayudas para el ahorro y la eficiencia energética 

Cataluña y el País Vasco han aumentado las ayudas para el ahorro y la eficiencia energética. En el caso de Cataluña, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, a través del Instituto Catalán de Energía (Icaen), ha ampliado en 44 millones de euros la línea de ayudas para el ahorro y la eficiencia energética en la industria.

Por su parte, el Ente Vasco de la Energía ha anunciado la ampliación de las ayudas para las renovables térmicas en sectores productivos, pasando de un presupuesto inicial para estas ayudas de 7,7 millones de euros a un total de 16,4 millones.

Cataluña, hasta los 150 millones

Con la ampliación de las ayudas para el ahorro y eficiencia energética en la industria anunciada en Cataluña, la dotación presupuestaria se incrementa hasta los 150 millones de euros desde su puesta en marcha en 2019. Además, también se ha alargado la vigencia de la línea hasta el 30 de junio de 2024 o hasta que se agoten los recursos.

El objetivo que persigue esta línea de ayudas es generar ahorro y eficiencia energética en la industria manufacturera, reducir su consumo energético y el volumen de emisiones, y aumentar su competitividad. Actuaciones que también contribuyen a dinamizar el sector de los equipos y servicios energéticos, como ingenierías, instaladores o fabricantes, entre otros.

Se trata de la tercera ampliación del presupuesto de esta línea de ayudas, lo que demuestra el dinamismo de la industria catalana y la relación directa que existe entre sostenibilidad y competitividad.

Ayudas para renovables térmicas

El País Vasco también ha ampliado las ayudas. En su caso, para las renovables térmicas y dirigidas a sectores con actividad económica y a las administraciones públicas, así como a edificios. Con esta ampliación, el presupuesto inicial aumenta hasta un total de 16,4 millones de euros.

Estas ayudas están orientadas a fomentar nuevos aprovechamientos de origen renovable para la producción de calor y frío, y se dirigen especialmente a los sectores productivos que pueden aprovechar el calor de origen renovable en sus procesos productivos para minimizar su factura energética, así como a las administraciones públicas.

Las ayudas también apoyan instalaciones térmicas para la producción de frío o calor en edificios (agua caliente, calefacción, climatización, etc.), así como aplicaciones de media y alta temperatura en procesos productivos. Las tecnologías que encajan dentro de este esquema son la solar térmica, la geotermia, hidrotermia y aerotermia mediante bombas de calor, la biomasa y la implantación de microrredes de distrito.