El Gobierno refuerza los programas de ayuda a las instalaciones térmicas con renovables

Los programas de incentivos para sistemas de autoconsumo y almacenamiento con energías renovables, y para sistemas térmicos renovables -encuadrados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR)- se verán reforzados tras la aprobación el pasado 17 de mayo del Real Decreto 377/2022 que modifica los reales decretos 1124/2021 y 477/2021.

Entre los cambios que introduce la nueva normativa con respecto al RD 1124/2021 destaca la ampliación de la gama de bombas de calor que se pueden elegir en el programa de incentivos para la implantación de instalaciones de energías renovables térmicas, con el objetivo de facilitar un mayor despliegue de esta tecnología. Y, además, se incorpora una referencia al rendimiento medio estacional mínimo a cumplir en esta tecnología para las aplicaciones de producción de frío en climatización de edificios (motivada por la próxima publicación de la normativa europea que establecerá la metodología de cálculo de la cantidad de energía renovable aportada por estas aplicaciones).

Por su parte, la modificación del RD 477/2021 tiene como objetivo potenciar el autoconsumo y el almacenamiento, introduciendo cambios como:

– Los autónomos pueden ser beneficiarios de los subprogramas de impulso del autoconsumo, por lo que a partir de ahora podrán desplegar instalaciones de autoconsumo en un lugar de trabajo distinto de su vivienda, y establecen la posibilidad de que en las ampliaciones de presupuesto se les reserve un cupo específico.

– Se potencia el modelo de empresa ESE o inversión por terceros para que pueda ser una empresa la que realice las instalaciones a particulares u otras empresas, facilitando así la instalación de autoconsumo cuando el consumidor no tenga capacidad de abordar la inversión.

– Se flexibiliza la capacidad de almacenamiento que se permite instalar, pasando de 2 kWh/kW a 5 kWh/kW, en consonancia con la creciente generalización de soluciones de almacenamiento.

Impulso al autoconsumo

El programa para el impulso al autoconsumo (RD 477/2021) establece ayudas en función del beneficiario y el tipo de instalación:

– Energía solar fotovoltaica. Las ayudas abarcan desde el 15%, para una gran empresa, hasta el 45% para una pyme o un sistema inferior a 10 kW. Los particulares pueden beneficiarse del 40%, del 50%, en caso de autoconsumo colectivo, y las administraciones públicas del 70%.

– Energía eólica. La subvención oscila entre el 20% para la instalación más grande en grandes empresas y el 50% en los sistemas pequeños para pymes. Los particulares obtienen un 50% y las administraciones públicas un 70%.

– Almacenamiento detrás del contador. Los incentivos para empresas varían entre el 45% y el 65%, dependiendo del tamaño, mientras que los particulares, administraciones y tercer sector se benefician de un 70%.

Climatización con renovables

En cuanto al programa de incentivos para la implantación de instalaciones de energías renovables térmicas (regulado por el RD 1124/2021) en sectores productivos como el industrial, el agropecuario o el de servicios, permite la puesta en marcha de instalaciones de energía solar térmica, geotermia, energía ambiente (aerotermia e hidrotermia), biomasa o microrredes de calor y frío, subvencionables hasta 1 MW de potencia solo para estas últimas, en aplicaciones como:

– La producción de frío y/o calor en edificios: agua caliente sanitaria y climatización).

– La producción de frío y/o calor en procesos industriales: limpieza, secado, baños térmicos para tratamiento de superficies, servicios de lavandería, lavado de vehículos, pasteurización y conservación de productos perecederos, climatización de naves de uso industrial, ganadero e invernaderos, etc.

Los costes subvencionables incluyen la inversión en equipos y materiales, los costes de ejecución de las obras o los sistemas de control y monitorización tanto de la producción como de la demanda de energía térmica, así como obras civiles necesarias para la ejecución de los proyectos.

La ayuda cubre el 70% de estos costes en el sector público y hasta el 45% en el caso de pequeñas empresas, y en ambos ámbitos se incrementa en un 5% en zonas de reto demográfico.