6 de cada 10 instaladores desconoce cómo solicitar ayudas o subvenciones 

Si eres un instalador profesional y no conoces cuál es el proceso para solicitar las ayudas o subvenciones destinadas a fomentar la instalación de sistemas de climatización sostenible, tienes que saber que no eres un “bicho raro”: seis de cada diez instaladores profesionales afirman que desconocen cómo hacerlo.

Ya…”, estarás pensando… “Pero saber esto, ¿de qué me sirve?”. No, no creas que es para que te sientas “menos culpable” sabiendo que otros muchos colegas están en tu misma situación. Es para transmitir a quien sea conveniente que más de la mitad de los instaladores profesionales considera que el proceso de solicitud de las ayudas y subvenciones es complicado o muy complicado.

Y este es uno de los motivos por los que este tipo de instrumentos para fomentar la instalación de sistemas de climatización sostenible se está infrautilizando. Frente a otros, como, por ejemplo, “la creación y difusión de las ayudas para sistemas fotovoltaicos, que sí que han ayudado a extender su instalación”, tal como se recoge en la primera edición del Barómetro de Sostenibilidad elaborado por Eurofred a partir de una encuesta realizada a 240 profesionales del sector, entre los que se encuentran instaladores, distribuidores, ingenieros, arquitectos, minoristas y empresarios.

Más complicado para los particulares

Y si estos datos son cuando menos llamativos, todavía son más reveladores de que verdaderamente existe un problema los referidos a los particulares: el 79,5% de los profesionales cree que no hay suficiente información disponible sobre las ayudas a las que pueden acceder los particulares. ¿Y cuáles pueden ser las consecuencias de esta situación? Pues algo tan negativo como que se dejen de lado estos instrumentos y que se no consigan cumplir con los objetivos para los que han sido diseñados: acercar los sistemas aerotérmicos a la población para facilitar la descarbonización de viviendas y edificios.

De esta manera, según los datos del Barómetro de Sostenibilidad, solo un 15,2% de los encuestados ha pedido ayudas para instalar sistemas basados en la aerotermia, un 23,9% para placas fotovoltaicas y un 10,9% para mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones. Estos datos son indicativos de la relación directa que existe entre la popularización de ayudas y la instalación de los sistemas sostenibles. De hecho, la fotovoltaica, que es la segunda energía renovable más instalada, también es la que ha sido más subvencionada en proyectos de instalación.

A pesar de ser la segunda en cuanto a la solicitud de ayudas para su instalación, la aerotermia, con un 73,1%, es la tecnología renovable más instalada entre las tres opciones que los profesionales encuestados consideran principalmente en sus proyectos. En términos generales, tal como indican los resultados del Barómetro, se instalan una media de 8,5% sistemas con bomba de calor al mes, y solo un 2,95% de instalaciones son de sistemas renovables en general.

En ese ranking, a la aerotermia le seguiría la fotovoltaica con un 33,3%, una energía renovable que, si se combina con la aerotérmica, ayuda a los usuarios a reducir todavía más el consumo energético. Otras de las opciones señaladas por los profesionales encuestados son la solar térmica (13,7%), la biomasa (6,4%) y la geotermia (5,1%).

Los profesionales como prescriptores

El papel de los profesionales -instaladores, distribuidores…- es clave a la hora de incrementar la penetración de este tipo de soluciones, al ser los prescriptores principales frente a los clientes.

En este sentido, los principales factores a la hora de realizar recomendaciones a sus clientes por parte del profesional son:

  • Eficiencia entendida como ahorro en el consumo energético (61,1%).

  • Coste del equipo y/o instalación (40,6%).

  • Mejor precio para el cliente (35,9%).

  • Disponibilidad de stock y/o rapidez en el servicio (33,8%).

  • Cumplimiento de la normativa (25,6%).

  • Sostenibilidad (10,7%).

  • Promociones del distribuidor (6,8%).

Como se ve en los resultados de la encuesta del Barómetro de Sostenibilidad, “existe un amplio margen para la mejora en la concienciación del profesional y el usuario final en materia de sostenibilidad. Una mejora que pasa por reforzar la capacitación de instaladores, fabricantes y distribuidores en estas áreas, ya que un 20,5% aún afirma no conocer lo suficiente un documento básico como es la etiqueta energética de los sistemas de climatización y un 78,6% que la educación profesional sobre energías sostenibles en el sector es insuficiente”.

Por otra parte, en sus respuestas los instaladores profesionales indican la importancia que tienen otros aspectos como la importancia de la calidad del servicio que se les presta, especialmente en el mantenimiento, acompañamiento, asistencia técnica telefónica o la disponibilidad de recambios.

Cómo impulsar las soluciones sostenibles

Por último, en cuanto a la relación que mantienen con el cliente final, los profesionales señalan que es necesario que aumente el nivel de concienciación sobre la sostenibilidad. Actualmente a la hora de decidir qué equipo comprar, los factores que más prevalecen son la eficiencia y el ahorro, el coste de instalación, la disponibilidad y el precio. Lo que, en opinión de los profesionales, demuestra, que “el sector tiene por delante el reto de alinear la demanda del usuario con la oferta de las empresas y los fabricantes”.

De hecho, el 52,4% de los encuestados cree que, en el actual contexto de crisis energética, es bastante o muy probable que los usuarios elijan sistemas de energía renovable y bombas de calor, aunque su instalación sea más costosa, ya que priorizan el ahorrar en la factura del gas y de la luz. En este sentido, la gran protagonista es la aerotermia, sobre todo si hablamos de los clientes empresariales, que la prefieren por delante de la fotovoltaica.

Para favorecer la compra de equipos de climatización más eficientes y sostenibles será fundamental mejorar la capacitación de los profesionales y hacer más comprensible el etiquetado energético para los consumidores finales (y su repercusión en la factura eléctrica). A este respecto, el 48,7% de los encuestados afirman que los consumidores conocen poco o nada el etiquetado energético y, en consecuencia, no saben qué efecto tiene esta clasificación en su consumo energético.

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