Legionella y el nuevo Real Decreto: claves para la prevención y el control

El pasado 2 de enero de 2024 entró en vigor el Real Decreto 487/2022 que establece nuevos requisitos sanitarios para la prevención y control de la legionelosis. Uno de los aspectos recogidos en esta normativa es la obligatoriedad de establecer un Plan de Prevención, que obliga al titular del establecimiento a controlar y prevenir la aparición y proliferación de esta bacteria.

La introducción de este nuevo decreto generó diversos interrogantes, a los cuales el Ministerio de Sanidad ha ido dando respuesta. A continuación, compartimos las claves de esta norma.

¿Qué es la Legionella?

La bacteria de la Legionella se encuentra, normalmente, en ambientes húmedos y representa un riesgo significativo para la salud, con la capacidad de causar la legionelosis.

Se descubrió por primera vez en 1976, cuando causó un brote durante una convención en Filadelfia, Estados Unidos. En España, el primer caso notificado fue en Alicante en 1980.

Desde entonces, esta bacteria es la causa de la legionelosis, una enfermedad que afecta al sistema respiratorio en diferentes niveles de gravedad.

La principal vía de contagio de la legionelosis es la inhalación de aerosoles contaminados con la bacteria. Estos se generan a través de diferentes fuentes, como sistemas de nebulización, duchas, chorros y torres de refrigeración. La inhalación de pequeñas gotas de agua contaminada con Legionella puede llevar a la infección, y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, fumadores y personas mayores son más susceptibles.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inhalación de aerosoles contaminados es la forma más común de transmisión de la Legionella. La OMS destaca que los hombres y las personas de mayor edad representan la mayoría de los casos notificados. Entre el 75% y el 80% de los casos afectan a personas mayores de 50 años, y entre el 60% y el 80% son hombres.

Las claves del nuevo Real Decreto sobre Legionella

La primera regulación que hubo en España en materia de Legionella surgió en 2001, tras un importante brote en Murcia que dejó más de 650 casos. Después de más de 20 años, era necesaria una actualización que llegó en enero con el Real Decreto 487/2022, que renueva las medidas de prevención y control.

Esta nueva normativa sobre Legionella busca garantizar la seguridad de trabajadores, clientes, usuarios, etc. Así, se establecen una serie de requisitos sanitarios a cumplir en cualquier instalación que utilice agua para su funcionamiento y produzca, o pueda producir, aerosoles.

El Decreto contempla mejoras técnicas, así como medidas de gestión del riesgo. También aumenta las responsabilidades, amplía las instalaciones y refuerza las medidas de mantenimiento y control.

Por ejemplo: se obliga a incrementar el número de tomas de muestras de agua en las instalaciones para garantizar la calidad de la misma. Así, los muestreos se vuelven clave para verificar la eficacia de los programas de mantenimiento y control.

Además, desde enero de 2024, será obligatorio contar con un Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL) o un Plan Sanitario frente a Legionella (PSL).

Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL)

Este plan para prevenir la legionelosis, fundamental para negocios e instalaciones, debe incluir un diagnóstico inicial, programas de mantenimiento, tratamiento, formación, muestreo y análisis. En el documento, se recalca la revisión periódica y actualización según las evaluaciones o requerimientos de la autoridad sanitaria.

Este debe contener los siguientes aspectos mínimos:

  • Diagnóstico inicial y descripción de la instalación.
  • Descripción del programa de mantenimiento y revisión de equipos, programa de tratamiento, programa de muestreo y análisis del agua y programa de formación del personal.
  • Documentación y registros.

Plan Sanitario frente a Legionella (PSL):

Basado en las recomendaciones de la OMS, este plan se adapta a cada instalación, priorizando centros sanitarios y sociosanitarios.

Debe contar con:

  • Evaluación de riesgo.
  • Medidas de control.
  • Gestión y comunicación.
  • Evaluación continua.

Otra de las claves: la formación del personal

La normativa destaca la necesidad de formar al personal involucrado en la prevención y control de Legionella. De hecho, de acuerdo con el Real Decreto, se especifica que la formación debe abordar el papel de cada trabajador, incluyendo operaciones menores y el personal técnico responsable.

Esta capacitación también se extenderá al personal interno y externo de empresas de servicios que lleven a cabo operaciones menores en la prevención y control de Legionella.

Además, se dirigirá a la persona encargada técnicamente del Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL) o del Plan Sanitario frente a Legionella (PSL).

También se incluirá al personal que desempeñe funciones relacionadas con el programa de tratamiento, tales como la medición de biocida, temperatura, pH, turbidez, purgas de puntos poco utilizados, entre otras.

Aunque, una vez más, la responsabilidad de garantizar esta formación recae en el titular de la instalación.

Se obliga a la prevención en instalaciones de riesgo

La normativa insta a evitar condiciones que favorezcan la proliferación de Legionella aplicando diversas medidas. Entre ellas, se menciona la obligación de controlar la temperatura y desinfectar el agua, reducir la emisión de aerosoles, aplicar correctivos para minimizar el riesgo de contagio y garantizar la eliminación de suciedad y estancamientos mediante un diseño eficiente y el mantenimiento adecuado de las instalaciones. Estas son solo algunas de las directrices que la nueva normativa establece en su plan para fomentar medidas preventivas en las instalaciones.

En cuanto a la definición de instalación y equipo de riesgo, la normativa identifica cualquier elemento que pulverice agua como tal. Esto abarca sistemas de agua sanitaria, torres de refrigeración, condensadores evaporativos, sistemas de agua contra incendios, fuentes ornamentales y transitables, sistemas de riego, entre otros.

Se excluyen las instalaciones ubicadas en edificios residenciales, siempre y cuando no afecten al entorno exterior de dichos edificios.


Uno de los sectores en los que puede influir: el hostelero

Dado que la legionela se transmite a través de aerosoles, el sector hostelero, con instalaciones como torres de refrigeración, piscinas y spas, se ve directamente afectado.

Teniendo esto en cuenta, los propietarios de estas instalaciones deben estar plenamente preparados para cumplir con las regulaciones establecidas por el nuevo Real Decreto sobre Legionella.

Aunque el personal del negocio puede encargarse de operaciones menores, los propietarios tienen la opción de contratar servicios especializados de empresas de higiene ambiental y para desarrollar planes integrales de prevención y control para cumplir con los establecido en la nueva normativa.

Además, es esencial que los profesionales que realicen estas operaciones menores cuenten con la formación adecuada, la cual puede ser proporcionada por compañías especializadas.

En conclusión: El Real Decreto sobre Legionella representa un avance positivo para la prevención y control de esta enfermedad en España. Aunque introduce desafíos, proporciona un marco regulatorio actualizado que refleja los conocimientos y experiencias adquiridos en las últimas décadas.

La clave ahora radica en la implementación efectiva de las medidas para salvaguardar la salud pública y garantizar la seguridad en las instalaciones.