Instan a recoger la figura del instalador en el CTE

Recoger la figura del instalador profesional en el Código Técnico de la Edificación (CTE) es una de las diez propuestas que se plantean en el “Manifiesto en favor del Reconocimiento Profesional y Mantenedor en Edificación” que Conaif, CNI y AISLA hicieron entrega, en representación de las 48 entidades adheridas, al director general de Agenda Urbana y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Ignacio Carnicero.

Las entidades firmantes hicieron hincapié en el compromiso de buscar “una alianza administración-empresa-sociedad destinada a modernizar el sector de la instalación en edificación”, una idea que fue bien acogida desde el Mitma, destacando la necesidad de involucrar al sector de la construcción y a la sociedad en el reconocimiento profesional del instalador en edificación.

Entre otras propuestas que recoge el manifiesto están:

– Impulsar las certificaciones de calidad, los sellos de homologación, los carnés de instalador y las acreditaciones de las empresas de instalación, y fomentar la creación de nuevas certificaciones para sectores de instaladores que aún no disponen de certificaciones de calidad específicas de su actividad.

– Implementar el seguro trienal, ya que aseguradoras y Organismos de Control Público (OCTs) valorarán positivamente la profesionalización del instalador.

– Valorar al instalador profesional en la contratación pública, de forma que pueda actuar como contratista principal y no solo como subcontratista, e incorporando siempre en los criterios de adjudicación requisitos de cualificación y experiencia del personal adscrito al contrato que vaya a ejecutar el mismo.

– Recoger la figura del instalador profesional en el Código Técnico de la Edificación (CTE) y otras legislaciones aplicables a instalaciones en edificios, desarrollando los requisitos que debe cumplir el instalador e incorporando exigencias que garanticen la correcta instalación y el mantenimiento de las prestaciones.

Los representantes del Mitma compartieron la necesidad de alcanzar este reconocimiento profesional, ya que, sin duda, redundaría en una mejora de la calidad edificatoria. Además, se propuso relacionarlo con el Libro del Edificio Existente, un nuevo instrumento que medirá las posibilidades de mejora de la eficiencia energética del edificio, y que podría incluir aspectos como el mantenimiento.