Cómo mejorar la eficiencia de las placas fotovoltaicas 

A lo largo de los últimos años, las placas fotovoltaicas han mejorado su eficiencia y su capacidad de absorción de luz solar. Pero debido a diversos factores externos, ese nivel de eficiencia puede disminuir. Con el objetivo de buscar posibles soluciones a desafíos como la suciedad, el sobrecalentamiento o la optimización de la luz solar trabajan el Centro Tecnológico Lurederra y el Centro Nacional de Energías Renovables, ambos ubicados en Navarra.

Para ello, ambas entidades pusieron en marcha el proyecto Optimum PV a través del cual han desarrollado diferentes recubrimientos con el objetivo de prevenir la suciedad por polvo, mejorar el aprovechamiento del espectro solar y limitar la reducción de la eficiencia provocada por el sobrecalentamiento de las placas.

En el primer caso, Lurederra ya tenía desarrollados productos que repelen la suciedad por polvo, uno de los factores relevantes en el funcionamiento de las placas. Por lo que, tal como explica Tamara Oroz, responsable técnica de I+D en el Departamento de Nanotecnología del Centro Tecnológico Lurederra, se centraron “en idear una iniciativa que solucionara ésta y otras dos problemáticas como son el poco aprovechamiento del espectro solar y la reducción de la eficiencia provocada por el sobrecalentamiento de las placas”.

Para reducir la pérdida que la suciedad provoca en los paneles fotovoltaicos, ambos centros han logrado desarrollar un recubrimiento que disminuye el depósito de polvo entre un 20 y un 40%, dependiendo del tipo de suciedad.

Para aprovechar la energía solar que los módulos no son capaces de transformar en electricidad, el grupo de investigación se centró en la fabricación de nuevas partículas que permitan aprovechar la luz infrarroja y la ultravioleta. En este caso, “hemos sintetizado -apunta Tamara Oroz- materiales basados en óxidos metálicos que tienen altos rendimientos cuánticos, siendo capaces de convertir más del 30% de la luz ultravioleta en luz visible”.

El mayor desafío que se han encontrado ambos centros a lo largo del proyecto ha sido el de combinar todas las funcionalidades identificadas en el desarrollo de un único producto. “Los materiales por sí solos -comenta Oroz- dan muy buenos resultados, de acuerdo con la caracterización funcional y de durabilidad que realizó CENER. Pero las formulaciones más innovadoras de la iniciativa, la de conversión lumínica y la de efecto anticalor, aún interfieren con la transparencia de la cubierta frontal. No obstante, hemos conseguido sentar las bases para una futura investigación que limite los problemas intrínsecos de la energía fotovoltaica”.