Sistemas de control: eficiencia y confort 

Alguien dijo hace ya bastantes años que la sensorización iba a marcar una nueva era en la industria. Esa persona pertenecía a uno de los sectores que se sitúan a la vanguardia tecnológica, como es el del automóvil. La idea que quería transmitir no era otra sino la de las posibilidades que nos ofrecía la integración de los sensores para disponer de manera inmediata de información que nos permitiera tomar decisiones de forma mucho más ágil.

Desde avisarnos de que debíamos cambiar los neumáticos de nuestro automóvil porque habían llegado al límite de su desgaste y podríamos poner en riesgo nuestra seguridad; hasta darnos la posibilidad de decidir modificar automáticamente la actividad en una línea de producción al detectar que podríamos mejorar alguno de los procesos gracias a los datos suministrados por los sensores. Evitando de esa forma el alto coste que supone el paralizar y volver a poner en marcha la producción.

No hay duda de que “la sensorización” ha sido y es parte importante de la evolución del sector industrial en los últimos años. En el caso de la climatización, por ejemplo, la industria ha implementado sistemas cada vez más avanzados que pueden controlar los procesos de funcionamiento, poniendo a disposición del consumidor aparatos con sistemas de regulación y control que los hacen más sostenibles y eficientes, y que permiten que la vida en los hogares sea mucho más cómoda.

Eficiencia y confort

Continuando con los sistemas de control implementados en los últimos años por la industria en los equipos de climatización, Eduardo Elejabeitia, miembro de la Comisión Técnica de FEGECA, señala en su informe Controladores y telegestión que “todo sistema de climatización debe tener dos premisas fundamentales, la eficiencia (que a su vez genere ahorro) y el confort. Ambas deben ser controladas por el sistema de regulación, y para ello es necesario recibir información del estado de todos los componentes del sistema y procesarla para dar las órdenes de funcionamiento a los diferentes componentes”. “Para ello -añade Elejabeitia-, encontramos en el interior de los sistemas HVAC infinidad de sondas, sensores, transductores y componentes que se encargan de transmitir de forma electrónica toda la información a la regulación y esta, en base a los algoritmos desarrollados por los fabricantes, gestionar su funcionamiento”.

El conjunto de esa información tanto interna del propio sistema como externa (con variables como temperatura ambiente, temperatura exterior, presión, caudal, etc.) será la que facilite el trabajo del mantenedor profesional y le permita conocer cuál es el estado de los componentes del sistema, si el nivel de funcionamiento se ajusta a lo deseado o si se debe tomar alguna medida correctora. Es decir, conocer todos los datos necesarios que nos ayuden a prever y poder adelantarnos para resolver posibles problemas que puedan surgir.

En este sentido, tal como indica Eduardo Elejabeitia, “en los últimos años el avance de los sistemas de control ha sido uno de los principales objetivos de los fabricantes de sistemas de HVAC, lograr nuevas funcionalidades, mejorar la toma de datos, aumentar el número de parámetros ajustables, aprovechar las nuevas tecnologías, han sido algunos de los aspectos en los cuales los departamentos de desarrollo se han centrado”.

Regulación según instalación y producto

Para comprender hasta dónde puede llegar la regulación, hay que tener claro a qué tipo de instalación nos estamos refiriendo y a las funcionalidades del producto, según el informe Controladores y telegestión. De esta forma, en cuanto al tipo de instalación, hay que distinguir entre:

– Instalación con o sin hibridación.

– Instalación con uno o varios generadores.

– Control integral, parcial o básico de la instalación.

– La integración con otros sistemas.

Por otro lado, en cuanto al tipo y funcionalidades del producto es importante tener en cuenta:

– Modo de funcionamiento.

– Nivel de prestaciones.

– Nivel de interacción con la regulación.

En resumen, un controlador o regulación debe de:

– Buscar el funcionamiento más eficiente de la instalación.

– Aumentar el confort al ajustar su funcionamiento a los requerimientos puntuales de temperatura, calidad de aire, etc.

– Asegurar el máximo ahorro en función del modo de trabajo.

– Mantener el sistema funcionando dentro de los parámetros de seguridad establecidos.

– Ser capaz de controlar sus componentes internos y según su nivel de prestaciones controlar otros componentes de la instalación.

– Disponer de una interfaz de comunicación sencilla e intuitiva para el usuario final y sencilla y amplia para el operador/mantenedor.

– Contar con posibilidades de comunicación con otros sistemas.

– Ser ampliable mediante componentes adicionales y externos que mejoren sus funcionalidades.

– Tener la posibilidad de integrarse en sistemas híbridos.

La telegestión en los sistemas de climatización

El Internet de las Cosas (IoT, por su denominación en inglés) ha aportado nuevas posibilidades a los sistemas HVAC. En los últimos años todos los fabricantes han desarrollado aplicaciones y componentes que permiten el control de sus sistemas vía Internet.

La telegestión -comenta Eduardo Elejabeitia- está aportando nuevas funcionalidades que antes no estaban disponibles, además de favorecer la modernización de soluciones ya existentes adaptándolas a las nuevas capacidades que da esta tecnología. Funcionalidad, inmediatez, ahorro, monitorización inteligente, son algunas de las ventajas que aporta la telegestión”.

Las posibilidades que aporta el IoT al control de los sistemas HVAC es algo ya tangible. Existen infinidad de soluciones en el mercado, tanto en componentes (termostatos inteligentes, sondas virtuales, controladores de suelo radiante, controladores inalámbricos para válvulas, cabezales termostáticos para radiadores, etc.) como en funcionalidades.

A nivel doméstico, la telegestión aporta ventajas como el control de los sistemas de climatización mediante un smartphone vía App a través de termostatos con comunicación wifi. Funcionalidades que pueden complementarse con otras como la geolocalización de los terminales asociados al generador; detección de puertas y ventanas abiertas; informes personalizados de consumo, estimaciones de coste, etc.

Y cada vez -añade Elejabeitia- tienen más presencia otras soluciones como los sistemas de parcialización de consumos controlados vía internet, ya sean conectados o no a los generadores HVAC, cabezales termostáticos de radiadores, controles de válvulas de circuitos de suelo radiante, etc. En cuanto a las posibilidades de la telegestión a nivel doméstico, seguramente los próximos años veamos nuevas funcionalidades y un gran desarrollo, sobre todo con la introducción de la tecnología 5G que permitirá grandes avances debido a las mejoras en cuanto a transmisión de datos y velocidades”.

(Fuente: “Informe Controladores y telegestión”. Eduardo Elejabeitia, miembro de la Comisión Técnica de FEGECA)