La solución más eficiente y asequible para descarbonizar los edificios 

La solución más eficiente y asequible para la descarbonización de los edificios -comparándola con otras medidas- y la que consigue un mayor descenso de emisiones de CO2 en relación con la inversión económica que requiere es la bomba de calor. Y la hibridación de bomba de calor con autoconsumo fotovoltaico es la medida que obtiene una mayor reducción de emisiones (casi un 90%), lo que sitúa a esta combinación como la mejor solución y la más asequible para descarbonizar la edificación en España.

Esta es la conclusión del informe titulado “Hogares sostenibles, soluciones asequibles. Costo y eficiencia en la rehabilitación energética” que ha sido realizado por la Fundación Renovables, un think tank (o laboratorio de ideas) sin ánimo de lucro que nació en 2010 con el objetivo de “sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de llevar a cabo un cambio de modelo energético con el ahorro, la eficiencia y las renovables como principios básicos”.

El estudio analiza cuáles son las medidas con un mejor balance entre el coste que suponen y el impacto en la reducción de consumos y emisiones si se implementaran en un edificio plurifamiliar en cada uno de los tres tipos de climas más comunes de España: Atlántico, Continental y Mediterráneo.

Nuestra vivienda, nuestro refugio

Todos somos conscientes de que estamos inmersos en los comienzos de un clima cada vez más extremo, con frecuentes y largas olas de calor, largos periodos de sequías, lluvias torrenciales e incendios cada vez más devastadores. El Mediterráneo se calienta un 20% más rápido que el resto de los mares y en los países que lo rodean existe un gran riesgo de inundación por culpa del aumento del nivel del mar.

Ante este escenario tan adverso, nuestras viviendas están llamadas a ser nuestro refugio. Pero ¿están preparadas para serlo? La respuesta es no. España cuenta con un parque edificatorio antiguo, ineficiente y dependiente de combustibles fósiles. De hecho, el sector de la edificación consume el 30% de la energía.

Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo de energía media de los hogares españoles se distribuye de la siguiente forma:

– 47% calefacción.

– 20% electrodomésticos.

– 19% agua caliente sanitaria.

– 7% cocina.

– 4% luz.

– 2% standby.

– 1% refrigeración.

Existen muchas razones para impulsar la rehabilitación del parque de viviendas, pero sin duda la de mayor peso es su antigüedad: aproximadamente el 55% del parque edificado es anterior a 1980 y el 21% tiene más de 50 años, lo que incrementa la probabilidad de que aparezcan deficiencias que afecten a la salud de sus habitantes.

¿Qué medidas implementar?

Cuando se planifica un proyecto, señalan desde la Fundación Renovables, “se debe prestar una atención significativa a la eficiencia energética como eje fundamental. Y es que la energía más limpia es la que no hay que producir porque no se necesita. La reducción en la demanda de energía debe prevalecer y, en el caso de requerir su uso, tiene que proceder de fuentes renovables”.

Para ello existen una serie de medidas que se pueden implementar en el transcurso de la rehabilitación de edificios de viviendas y que podemos identificar como medidas pasivas y medidas activas.

Las medidas pasivas son las que tienen el objetivo de reducir la demanda energética del edificio sin requerir un gasto energético. Se trata de aislar el edificio son soluciones como un sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE), sustitución de ventanas, fachadas ventiladas, trasdosado por el interior, ruptura de puestes térmicos…

En cuanto a las medidas activas son aquellas soluciones que nos aportan sistemas de climatización en los que, si bien existe un gasto energético, este proviene de fuentes renovables. Es el caso de las bombas de calor o el autoconsumo fotovoltaico.

En el caso de las bombas de calor el beneficio proviene porque con un único aparato podemos satisfacer nuestras necesidades de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, generando hasta cuatro veces más de energía de calor y frío de lo que consumen en electricidad. Además de su eficiencia energética, las bombas de calor, al funcionar con electricidad, permiten la descarbonización de los sistemas de climatización.

El autoconsumo fotovoltaico, apuntan desde la Fundación Renovables, “se ha convertido en la principal herramienta para democratizar el sistema eléctrico, permitiendo a la ciudadanía convertirse en gestora de su propia energía eléctrica. Este empoderamiento promueve una mayor conciencia sobre el consumo y fomenta prácticas de ahorro y eficiencia energética en el edificio y en el entorno cercano”.

Mejores medidas según el clima

¿Cuáles son las mejores medidas dependiendo de la zona climática en la que vivamos? El informe ha identificado las más idóneas para el clima mediterráneo, continental y atlántico, teniendo como base el edificio tipo con una calificación energética E, con un indicador global de emisiones de 33,6 kgCO2/m2.

– Clima mediterráneo

Zonas en donde la temperatura media en invierno, según datos de AEMET fue de 13,2 grados centígrados y de 27,4 grados en verano.

Los resultados obtenidos muestran que, con diferencia, la medida más costo eficiente es la bomba de calor que conlleva una más que destacable reducción de las emisiones globales del 70%. Es la segunda medida que más reduce las emisiones y la quinta más cara. La segunda medida es una medida pasiva, la ruptura del puente térmico, que obtiene ese lugar debido a su bajo precio y a que solo aporta una reducción de emisiones del 16%. Y la tercera es la bomba de calor hibridada con autoconsumo fotovoltaico, que consigue la mayor reducción de emisiones (91%) pero, en contrapartida, es la segunda más cara.

– Clima continental

Zona con una temperatura media en invierno de 6,5 grados y en verano de 24,4.

La medida costo eficiente más recomendada es la bomba de calor, con una reducción de emisiones muy similar a la que se obtiene en el clima mediterráneo (cercana al 70%). La segunda es la ruptura del puente térmico, y la tercera la bomba de calor hibridada con autoconsumo fotovoltaico. La hibridación de autoconsumo fotovoltaico con calefacción tradicional obtiene un cuarto puesto en el ranking de costo eficiencia.

– Clima atlántico

Temperatura media durante el invierno, según AEMET, de 7,2 grados y de 19,7 en verano.

El resultado vuelve a ser el mismo. La mejor medida costo eficiente es la bomba de calor, con una reducción de emisiones muy similar a la de los otros dos climas (un 71%). La segunda es la ruptura de puentes térmicos, y la tercera la bomba de calor hibridada con autoconsumo fotovoltaico.

Como conclusión, el informe destaca que la bomba de calor es la medida que consigue una mayor disminución de emisiones respecto a la inversión económica necesaria, siendo la medida más costo eficiente en todos los climas.

La segunda más eficiente es la ruptura de puentes térmicos, una medida pasiva de fácil y rápida implantación en todos los edificios españoles. El tercer lugar lo ocupa la hibridación entre autoconsumo y bomba de calor que, además, consigue reducir las emisiones de la vivienda un 90% respecto al valor inicial.