Termos eléctricos: ACS siempre a disposición 

Todos coincidimos en que el termo eléctrico es uno de los productos domésticos más útiles y sencillos para disponer de agua caliente sanitaria (ACS) de forma inmediata. Además de ser un producto económico y de fácil uso e instalación. La Comisión Técnica de Fegeca ha publicado recientemente un artículo técnico en el que pone en valor este producto y describe cuáles son sus ventajas (algunas de ellas ya las hemos comentado), cómo seleccionar el termo eléctrico más adecuado según las necesidades del cliente, los requisitos mínimos que se requieren para su instalación, las diferentes tipologías que existen o el marco normativo y la eficiencia energética de estos productos.

Sencillez de uso e instalación

La principal ventaja de los termos eléctricos con respecto a otros sistemas de generación de ACS es la sencillez, tanto en el uso y principio de funcionamiento como en la instalación. El usuario únicamente necesita seleccionar la temperatura que desea (entre 39 y 70 grados) a través de un selector manual, un display digital o, incluso, por medio de un dispositivo Smart vía App.

A la sencillez podemos añadir la ventaja de que solo se necesita disponer de energía eléctrica para garantizar agua caliente sanitaria, sin necesidad de una instalación añadida de gas, ventilaciones o ningún tipo de chimenea.

Además, un termo eléctrico proporciona confort al usuario, ya que siempre tendrá agua caliente sanitaria preparada para su uso, sin esperas o variaciones de temperatura.

También podemos hablar de sencillez al referirnos a su instalación, sin olvidar que es un producto con cierto peso y volumen que va a almacenar agua con una temperatura elevada a una determinada presión. Para llevar a cabo su instalación hay que asegurarse primero que la pared (el lugar más habitual donde se suele colocar) soportará el peso del termo y del agua que va a contener en su interior. Por tanto, debemos confirmar que los anclajes son válidos para ese peso y, por otro lado, tener presente que existen los denominados volúmenes de seguridad relacionados con donde no es posible colgar el termo al ser un producto eléctrico.

Igualmente habrá que instalar los elementos de seguridad que normalmente se suministran con el producto, y que son:

– Válvula de seguridad, ya que al tener agua acumulada que aumenta su volumen por efecto del calentamiento, se necesita instalar este elemento de seguridad que en ocasiones puede tener que abrir para disipar la presión. Es necesario conducirla a un desagüe.

– Los manguitos dieléctricos, que son los encargados de eliminar pares galvánicos que se pueden crear por efecto de tener diferentes materiales metálicos en contacto con agua caliente.

Cómo elegir un termo eléctrico

Principalmente, la elección debe estar relacionada con su capacidad en función de las necesidades de los usuarios. A la hora de elegir, hay dos factores básicos que habrá que tener en cuenta:

– Potencia de resistencia. Actualmente, y en las capacidades más habituales, las potencias de las resistencias suelen ser muy similares, entre 1.000 y 3.000 W. Esto es así, porque es la mejor solución de compromiso entre la potencia consumida (tanto por el consumo como por la potencia contratada en la vivienda) y la rapidez de respuesta del termo en tener el agua acumulada en su interior a la temperatura de consigna seleccionada.

– Capacidad del termo eléctrico. Es un aspecto clave: si se selecciona una capacidad inferior al uso que se le vaya a dar, no dispondremos del agua caliente que necesitemos; y, en el lado opuesto, si se elige una capacidad superior a las necesidades aumentarán los gastos tanto en la compra del producto como en el consumo. Al margen de que se necesitará un espacio mayor donde colocar el termo.

Por otro lado, además de su capacidad en función de las necesidades de cada usuario y de, sin duda, su Clasificación Energética, existen otras propiedades que marcan las diferencias entre unos termos y otros.

– Tipo de Instalación: Vertical / Horizontal. Habitualmente en España la inmensa mayoría de los termos se instalan en posición vertical. Pero también es posible que, por tema de aprovechar mejor el espacio, se deba instalar en horizontal.

Por ello, existen termos específicos para instalación en vertical y para instalación en horizontal, ya que, dependiendo de la disposición de la entrada y salida de agua, así como de la propia resistencia, el aprovechamiento de la energía eléctrica se optimiza por aprovechar mejor el fenómeno de la estratificación. También existen termos denominados multiposición, válidos para instalar tanto en posición vertical como horizontal, que son una buena opción cuando no está claro el tipo de instalación que se va a disponer, y que, con un diseño ligeramente diferente de tomas y resistencia, aun no siendo la opción ideal en ninguna de las dos posiciones, obtienen un rendimiento medio correcto.

Además, se pueden encontrar termos en formato rectangular y diseño extraplano, para poderlos integrar fácilmente en cualquier espacio de la vivienda.

– Para instalaciones específicas con sistemas solares térmicos. En un principio todos los termos eléctricos pueden instalarse en una ubicación en la que también dispongamos una instalación solar térmica realizando una hibridación con esta energía. Pero también es posible que, según el tipo de instalación solar, sobre todo si hablamos de instalaciones de vivienda en altura, necesitemos un termo específico para este fin con un serpentín en su interior. De esta forma, el agua precalentada a partir del circuito solar no entrará directamente al termo, sino que circulará a través del serpentín, calentando el agua de consumo de forma indirecta a través de dicho serpentín.

– Por el tipo de resistencia utilizada. En este caso, existen básicamente dos tipos: Blindada, resistencia que puede ser de acero inoxidable o cobre principalmente y que se encuentra en contacto directo con el agua del interior del termo, lo que ofrece un calentamiento muy rápido, pero también pueden acelerar la posible calcificación de la resistencia; Envainada, la resistencia no se encuentra en contacto directo con el agua si no enfundada en una vaina, por lo que la calcificación no la ataca de forma directa pero el calentamiento del volumen de agua es más lento.

– Por el tipo de panel de control utilizado. Pueden ser analógicos, no muestra la temperatura especifica, sino que se selecciona un mayor o menor nivel de calentamiento del ACS. Digitales, con un panel de control digital o táctil en el que ya se muestra la temperatura de forma precisa y en el que se puede elegir la temperatura seleccionada grado a grado, incluso con una programación diaria y/o semanal y control vía wifi a través de aplicación App.

Marco normativo y eficiencia energética

El diseño de este tipo de productos en términos de eficiencia energética y prestaciones se rige por la Directiva de Ecodiseño ErP 2009/125/CE, y la Directiva complementaria de Etiquetado ELD 2010/30/UE (sustituida en agosto del 2017 por el Reglamento (UE) 2017/1369), en cuanto a los requisitos de eficiencia que tienen que cumplir los productos relacionados con la energía.

Para los termos eléctricos para ACS, desde septiembre de 2017 los fabricantes deben cumplir un criterio de pérdidas estáticas máximas admisibles para el volumen acumulado (según indica el Reglamento Delegado (UE) Nº 814/2013, de aplicación para los productos de uso exclusivo para ACS dentro del Lote 2 de la Directiva), expresadas en W y calculadas a partir de la fórmula 16,66 + 8,33·V 0,4. Si no se cumple este requisito, el termo no puede conseguir el nivel mínimo de etiquetado energético obligatorio y no puede comercializarse dentro de la Unión Europea. En función del valor de pérdidas calculado, el termo tendrá una clasificación energética. Por el valor máximo admisible de pérdidas estáticas, los termos comercializados en la actualidad como mínimo deben tener una clasificación energética clase C.

Para el caso de productos de tipo doméstico por debajo de 500 litros (como serían los termos eléctricos), se refleja la clase de eficiencia energética del producto mediante una escala gráfica en colores y letras a partir del Reglamento Delegado (UE) Nº 812/2013. En la etiqueta, además de la clasificación energética, también se indica el nivel sonoro del termo y la energía anual consumida por el producto, para un perfil de carga de ACS definidos también en el mismo Reglamento.

El criterio de pérdidas estáticas máximas admisibles supuso un cambio substancial en cuanto el tipo de aislamientos utilizados en los termos eléctricos. A nivel de diseño supone la utilización de aislamientos, principalmente de poliuretano de alta densidad, y ser muy estricto en aislar adecuadamente las conexiones (para evitar puentes térmicos que provoquen una pérdida energética).

Más allá de esta cuestión, los termos eléctricos han ido evolucionando en su funcionamiento y prestaciones para reducir lo máximo posible el consumo de energía eléctrica que requieren para el calentamiento del agua. Algunos modelos del mercado disponen de una función “Smart”, aprendiendo los hábitos de utilización del usuario, adaptando los horarios de calentamiento del agua a los más adecuados para los consumos y pudiendo aprovechar las tarifas eléctricas más favorables. Todo ello con la idea de reducir el consumo de energía fósil.

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